lunes, 20 de noviembre de 2017

El Viejo Camino, nuestro Camino

Portada y contraportada del libro El Viejo Camino, editado por AGC MULTIMEDIA

Viejo Camino de Santiago - Ruta completa por la Montaña Palentina

(Ruta no oficial. Tracks realizados para documentar el libro El Viejo Camino)

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Comenzamos esta primera etapa en el límite provincial de Palencia con Cantabria, al suroeste de Cuena, a algo más de un kilómetro de esta localidad cántabra, último pueblo del recorrido del Viejo Camino en nuestra vecina Cantabria. Desde el límite provincial, tan solo dos kilómetros nos separan del puente romano de Nestar: "Puente Perdiz", lugar donde encontraremos el "Área de Interpretación de las Calzadas Romanas", buen lugar para documentarse sobre la historia de estas ancestrales vías. Como alternativa, desde Nestar, podemos acceder a Matalbaniega, pueblo que ostenta un impresionante patrimonio, digno de admirar. Si así lo decidimos, en Nestar, tomaremos un camino que sale en dirección oeste, senda apropiada para senderismo y bicicleta de montaña. En un indicador sobre la carretera P-220 encontraremos perfectamente señalizada la iglesia de San Martín de Matalbaniega, una joya del románico rural palentino.

En marcha. Una vez que hemos atravesado el río Rubagón por el puente romano "Puente Perdiz", seguiremos durante unos seiscientos metros por el camino que va prácticamente paralelo al río, dirección Menaza. En la primera intersección que encontramos a nuestro paso, seguiremos dirección sur. Caminamos durante un kilómetro y medio cobijados al oeste por un medio altozano y al este por las fértiles fincas de la Vega de Menaza, vamos en busca de la carretera que une Menaza con Grijera. En la intersección, camino-carretera, nos incorporamos a la carretera, nos llevará directamente a Grijera. En Grijera, saldremos por un camino que nos llevará hasta sus características peñas, un kilómetro sin perder de vista estas bellas rocas y llegaremos a las curiosas agujas desdentadas, que con inusitado descaro desafían al viento. Desde las Peñas de Grijera seguiremos el camino en dirección sur, pero ojeando en todo momento el oeste, pues en la segunda intersección que encontramos tomaremos dicha dirección. En un kilómetro y medio, desde las peñas, llegaremos a Aguilar de Campoo, entramos en la villa galletera por la avenida de Barruelo. Ya, en las primeras casas de la villa galletera, quinientos metros más y disfrutaremos del altozano que alberga el castillo y la iglesia de Santa Cecilia, no te pierdas la impresionante panorámica que se divisa desde este histórico lugar.

Desde Aguilar de Campoo nos dirigiremos a Corvio, pueblo situado al norte de Aguilar. Situados en el Monasterio de Santa María la Real, caminaremos en dirección oeste, en busca del restaurante el Chili. Recorridos los primeros trescientos metros, en la intersección de la comarcal, seguimos el indicador que señaliza la "Playa" y "Área recreativa Castillo y la Serna", caminamos por una calzada con asfaltado, no perdemos de vista la presa del embalse, en unos mil doscientos metros llegaremos al Chili. No está de más acercarnos a la presa se obtienen unas vistas impresionantes de Aguilar y del emblase, merece la pena entretenerse un rato. Seguimos por el trayecto que inicia sus pasos en el Chili, ahora hacia el norte, como a unos ciento cincuenta metros paralelos a la ribera del embalse. En un kilómetro encontraremos una bifurcación, seguiremos por la derecha, en este punto abandonamos definitivamente la ribera del embalse y continuamos hasta llegar a la raqueta de la carretera CL-626,  la cual atravesamos, siempre con precaución, para dirigirnos a Corvio a través de la carretera de Matalbaniega. En Corvio visitamos su iglesia y siguiendo la carretera buscamos el final del pueblo, veremos una señal que nos indica la necrópolis, vamos en busca de las primeras tumbas, en cuatrocientos metros encontramos el primer conjunto de oquedades salteadas en un paraje espectacular que ofrece además impresionantes vistas. Seguimos unos metros por el altozano de la necrópolis hasta la primera bifurcación, en dicho punto seguiremos ruta por la senda de la derecha, nos esperan unos dos kilómetros hasta alcanzar Matamorisca, aunque ambos caminos de la intersección nos llevarán al mismo punto, pues convergen a la altura de la antigua localidad de Quintanillina. Desde dicho lugar, ya sabes, siempre en dirección oeste, dejando de lado todos los caminos que salen a la derecha de nuestra marcha, en otros dos kilómetros de caminata estaremos en Matamorisca. Entramos por un sendero que sale a nuestra encuentro antes de llegar a las primeras casas del pueblo, nos lleva directamente a su espectacular iglesia.

En Matamorisca cruzamos la carretera y accedemos al barrio alto, en busca del camino que se inicia en la parte más occidental de la localidad. Recorridos unos 800 metros llegaremos a la intersección que da acceso a los pueblos ribereños del embalse, Renedo y San Mamés. Desde aquí podemos visitar dichos pueblos, solo hay que seguir la carretera, pero de momento seguimos al frente, paralelos a la carretera a la comarcal CL-626, por la margen izquierda de nuestra marcha en dirección Salinas de Pisuerga. Seguimos durante un kilómetro y medio, utilizando algún tramo de la carretera antigua, desde aquí las vistas de la montaña son espectaculares. Seguidamente cogemos un camino que sale a nuestra izquierda con una ligera pendiente para alcanzar el altozano, la Montaña Palentina con sus cimas más emblemáticas sigue impresionandonos. En dos kilómetros y medio entroncamos con la carretera que viene de los pueblos ribereños del embalse, Renedo-San Mamés-Salinas. Ya, sin perdida, en un kilómetro escaso, estaremos en pleno corazón de Salinas de Pisuerga. Buen Camino.


En Salinas de Pisuega atravesamos su monumental puente medieval para acceder seguidamente a la que habitualmente definimos Aitor y yo como Senda de los Pescadores, la Ruta del Pisuerga, un camino que como sirga del río le acompaña en su travesía por buena parte de estas tierras de la Montaña Palentina. El camino nos llevará hasta Barcenilla, tres kilómetros de plácido tránsito por la margen derecha del río peregrino, el Pisuerga. A nuestra llegada a Barcenilla rendimos de nuevo pleitesía al tren peregrino, cruzamos por debajo de sus férreas monturas. Un kilómetro más y llegaremos a Quintanaluengos, transitamos por un camino agrícola que se aleja un tanto del río Pisuerga. Visita obligada su palacio barroco. De Quintanaluengos a Ligüérzana son tres kilómetros de fácil caminar y solo en alguna ocasión a la ribera del río Pisuerga. Llegaremos a Ligüérzana por su flanco este, justo a la altura del puente que da acceso al pueblo. El camino sigue a la ribera del río, por su margen derecha. Vado es nuestro siguiente destino, dos kilómetros y medio para llegar al pueblo administrado por el ayuntamiento de Dehesa de Montejo. Desde aquí, sin duda alguna nuestro próximo destino es el eremitorio de San Vicente. En solo trescientos metros a través de la carretera a Cervera llegaremos a una pasarela sobre el río Rivera que nos da acceso al camino de Vado-Cervera, quinientos metros más y a nuestra vista el impresionante eremitorio de San Vicente.

Saldremos de Cervera por su flanco sur. Tomando como referencia el puente de la carretera comarcal CL-626 que salva el río Rivera, caminaremos con extremada precaución por la cuneta de la calzada un kilómetro hasta llegar a un camino que sale a la derecha de la calzada que se inicia con una fuerte pendiente, en trescientos metros nos incorporaremos al antigua camino de Cantoral, prácticamente a la altura del trazado del ferrocarril de la Robla. Paralelos al ferrocarril, aunque fuera de nuestra vista, caminaremos por el camino algo más de dos kilómetros, las huellas mineras empiezan a ser visibles, justo hasta el lugar que cruza pasos con la senda que se interna en el Valle de Tosande. Desde este punto, estamos a tres kilómetros y medio de Cantoral. Seguimos el camino, los primeros quinientos metros entre un profundo arbolado sobre una senda con un increíble encanto, es imprescindible respetar los cierres ganaderos, después por la vía agropecuaria que da acceso a las fincas de cultivo. Cruzamos de nuevos las vías del ferrocarril, Cantoral a nuestro alcance, trescientos metros más para llegar al lugar que alberga una de las pilas bautismales románicas más bellas de la provincia.

Una vez en Cantoral seguimos nuestra ruta. El camino sale desde el centro del pueblo en dirección noroeste, en trescientos metros nos encontramos de nuevo con el tren peregrino, esta vez escoltado por una bella zona de arbolado. Seguimos el camino entre fincas y ganado. A dos kilómetros del paso a nivel encontraremos una bifurcación, nosotros seguimos por la de la derecha, adentrándonos de lleno en la zona de restauración de un atroz desmonte. Es un kilómetro enjuagando las lágrimas por la huella sangrante de la tierra, producida por la mano del hombre. entroncaremos con la carretera que nos llevará directos a Traspeña de la Peña, justo hasta el punto donde se enclava su bello crucero. Llegamos a Traspeña de la Peña, final de esta segunda etapa y el lugar de la santa causa peregrina de nuestra montaña.



Esta etapa podemos comenzarla bien en Traspeña o bien en Castrejón, ambas de la Peña,  localidades al norte y sur de la peque-peña la Peñilla. Si decidimos comenzar la ruta en Traspeña de la Peña con dirección Tarilonte de la Peña, debemos tomar camino a Castrejón, no tiene pérdida, y desde esta localidad llegar a Aviñante de la Peña, transitando previamente por las localidades de Pisón de Castrejón y Tarilonte (ruta Wikiloc 2) para después, desde Aviñante, seguir hacia Santibáñez de la Peña por el camino indicado en la ruta Wikiloc 1. Esta ruta nos permitirá visitar las iglesias de Castrejón y  Pisón, en este último pueblo es parada obligada la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, "La Bella Dama de la Peña Redonda", sin duda una de las joyas de la Montaña Palentina. Para ello, desde Castrejón, nos dirigimos a Pisón de Castrejón, en la raqueta entraremos en Pisón, a la altura de su bella iglesia. Para dirigirnos a Tarilonte, debemos volver a cruzar la carretera por el camino que sale en dirección noroeste, vamos en busca del ferrocarril de la Robla para seguir en su compañía durante unos cientos de metros hasta atravesar el barranco de los Valles. Después seguimos dirección oeste hasta la ermita de San Isidro. Ya en Tarilonte, cogeremos la senda que nos llevará hasta los entornos de la antigua estación de ferrocarril de Villaverde de la Peña, hasta Aviñante no tiene pérdida.

Si decidimos realizar la ruta del Camino Olvidado acercándonos algo más a las faldas de las peñas, desde Traspeña iremos dirección Villanueva de la Peña, en dirección noroeste durante un kilómetro y trecientos metros hasta alcanzar la carretera PP-2248, por un camino que sale por el flanco noroeste del pueblo, entroncaremos con la carretera a la altura de unas instalaciones mineras. La carretera nos llevará a Villanueva de la Peña después de recorrer unos setecientos metros por la calzada (prácticamente sin tránsito de vehículos). En Villanueva de la Peña, podemos disfrutar del popular Campanillo y de su iglesia, se imponen ambos sobre un medio altozano con unas vistas increíbles de la Peña Redonda. Seguimos dirección Velilla de la Peña. Podemos optar por dos opciones, la primera es salir hacia Velilla por un camino, trazado al noroeste de la localidad, que transita por unos parajes increíbles (esta ruta es algo más dura que la habitualmente transitada por el Camio Olvidado). En esta ocasión, decidimos ir a Velilla de la Peña por el camino que sale por el sur del pueblo, por la calle de San Martín en busca de las pistas deportivas, para seguir nada más pasar las pistas en dirección oeste. En la primera bifurcación seguiremos por el camino de la derecha, nos llevará hasta Velilla de la Peña después de transitar este camino durante algo más de tres kilómetros, tal vez sea el tramo más bello de nuestra ruta. Desde Velilla a Villaverde no tiene pérdida y además ambos pueblos están en nuestro campo visual, el camino es fácil y muy transitable, a ambos pueblos les separa un kilómetro y doscientos metros escasos. En Villaverde podemos reponer fuerzas en la Anduriña, buen jamón.

Desde Villaverde nos dirigimos a Aviñante de la Peña por la senda que transita a las faldas de la peñas, paralela a la carretera comarcal CL-626. Saldremos por un sendero que entronca con una carrretera local que baja de la cantera. Veremos el cementerio del pueblo y seguiremos el camino que sigue en dirección oeste. Nos espera un pequeño repecho desde el que tenemos unas impresionantes vistas de la peña del Fraile. Como a un kilómetro, encontraremos una casa señorial de un coqueto estilo francés, la tenemos a la vista desde unos cientos de metros antes; a su altura, cruzamos la carretera y a trescientos metros la vías del tren. Desde aquí el camino va paralelo a las vías del ferrocarril;, en un kilómetro escaso dejamos la compañía del ferrocarril y nos dirigimos a Aviñante, nos separan quinientos metros, las vistas de las peñas son impresionantes. Salvaremos el arroyo de Villafría y nos adentramos de lleno en el casco urbano de la localidad. Desde el centro de Aviñante, saliendo hacia el norte, volvemos a cruzar la carretera y las vías del tren, esta vez el ferrocarril es salvado por un puente; seguidamente enfilamos dirección oeste aunque ligeramente hacia el sur, siempre sin perder de vista, a ligera distancia, al viejo "jamelgo de hierro" y la carretera, por debajo de nuestro nivel de caminata (Aviñante nos ofrece también la ocasión de realizar una imprescindible peregrinación al Santuario del Brezo, en pleno corazón de la montaña). Son dos kilómetros con la latiente compañía del ferrocarril de la Robla, siempre a unos metros por encima de su nivel. Llegamos a Santibáñez pueblo por su flanco norte oriental, el camino nos llevará directos, si así lo deseamos, a los restos del monasterio de San Román de Entrepeñas o si así nos apetece seguir nuestro camino penitencial hasta el pueblo viejo de Santibáñez.


Comenzamos esta cuarta etapa bajo el atrio de la iglesia de San Juan Bautista, en Santibáñez de la Peña pueblo. Desde aquí y antes de tomar dirección Guardo podemos optar por visitar el monasterio de San Román de Entrepeñas, situado a escasos ochocientos metros de la localidad, en un paraje de naturaleza inigualable. Si decimos hacer una visita a los restos del monasterio, desde la iglesia tomaremos un camino que sale en dirección norte, atravesamos las vías del ferrocarril adentrándonos hasta los mismos pies de las peñas. Asimismo, también desde la iglesia de Santibáñez, tomando un camino dirección suroeste, podremos visitar el Castro de la Loma, merece la pena la visita y desde aquí optar por la ruta que une el Castro de la Loma, la Cuevona y la Cueva de Guantes hasta llegar a Villanueva de Arriba. 

En marcha. Desde la iglesia de San Juan tomamos dirección oeste por la antigua carretera comarcal, hoy incorporada al casco urbano del pueblo. A unos 500 metros, a la derecha de nuestra marcha, encontraremos una coqueta zona recreativa perfectamente acondicionada para el disfrute de personas de cualquier edad, es una muestra de que llegamos al Barrio la Estación de Santibáñez de la Peña. Atravesamos el casco urbano de la Estación por su acerado recientemente acondicionado, en un kilómetro escaso alcanzaremos la iglesia del Santo Cristo, a la vera del paso a nivel de la carretera, ya nos encontramos en las Heras de la Peña. Atravesamos el paso a nivel del ferrocarril de la Robla para alcanzar el centro de la localidad. Callejeando por el pueblo, al norte de la localidad, encontraremos la iglesia de Santa Eulalia, impone su vigía desde la zona más alta del pueblo, merece la pena la visita. Desde la iglesia, tomaremos una calle que sale en dirección oeste, veremos sin pérdida nuestro camino, pues repunta con un moderado repecho sobre las últimas viviendas del caserío. Adentrados de lleno en el camino, divisamos el campanario de la iglesia de Villanueva, nuestro próximo destino, vamos a su encuentro. En mitad del trayecto encontramos un cartel informativo advirtiéndonos de que hay abejas, suponemos que de algún productor de miel local. Caminamos unos quinientos metros y encontraremos una intersección; al norte, una senda que baja de las peñas, al sur, un camino que lleva a la carretera comarcal 626, obviamente, seguiremos de frente, hacia el poniente.

A mitad de camino cruzaremos un puente que salva el arroyo del Acebal, a la altura de unas antiguas explotaciones mineras. Siempre en dirección oeste, en un kilómetro, llegaremos a Villanueva de Arriba. Entramos en el pueblo por una calle hormigonada que nos lleva a la casa rural la Majada o por la antigua carretera comarcal, hoy incorporada al pueblo. En Villanueva, podemos hacer una pequeña parada en el bar del pueblo antes de dirigirnos al camino de Muñeca de la Peña. Situados en el camino que une Villanueva con  Muñeca veremos una fuente, nos advierte que el agua no es potable. Recorreremos ochocientos metros para llegar a los dominios de Guardo, el camino como en todo el trayecto es adecuado, también para bicicleta. Nuestro camino se cruza con la carretera que baja de las explotaciones mineras que va en busca de la carretera comarcal. En este punto, veremos la primera señal indicadora del Camino instalada por el ayuntamiento guardense. Hasta Guardo ya no tendremos pérdida, atravesamos Muñeca de la Peña y desde la salida del pueblo recorreremos tres kilómetros escasos, dejando a nuestra izquierda el cementerio y las antiguas instalaciones de la macro discoteca OVNI, siempre con Guardo y Peñacorada al oeste a la vista y con punto de encuentro en la iglesia de San Juan Bautista de la localidad minera, buen momento para disfrutar callejeando por la localidad guardense. Buen Camino.

Ver vídeo Palencia, mucho que ver

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